30 de julio de 2013

Retos van, retos vienen

Cuando comencé en el mundo de los blogs literarios, no entendía muy bien la mecánica de los retos, y sólo llegué a apuntarme a uno. Este año quise compensar un tanto por lo poco del recién pasado, y me uní a varios sin siquiera pensarlo. Al final, tenía que llegar el momento de poner orden, además de que hay algunas ideas que vienen dando vueltas en mi cabeza hace algún tiempo.

Primero, he decidido replantearme el Reto English Books, puesto que hay algunos libros que preferiría leer en español por el momento, por cosas de apuro y porque, torpe de mí, creí que no se me haría tan cuesta arriba leer clásicos en inglés. Así pues, aunque sujeta a cambios, la lista quedaría así:

  1. Weird Things Customers Say in Bookshops by Jen Campbell.
  2. More Weird Things Customers Say in Bookshops by Jen Cambell.
  3. The DUFF by Kody Keplinger.
  4. The Twits by Roald Dahl.
  5. Winger by Andrew Smith.
  6. Alguno o varios de los libros de Doctor Who.

Segundo, decidí abandonar el Reto 13.000 páginas, al que ni siquiera me digné a hacer una entrada cuando me uní. Aunque voy bastante atrasada para estas alturas del año, no es por esa razón por la que lo dejo, sino porque perdí la cuenta de las páginas que llevo leídas. No voy a darme el trabajo de revolver estanterías buscando los libros leídos este año sólo para revisar las cantidades de páginas de cada uno, además de que la tarea en sí suena sumamente tediosa. En fin, que lo que más me gustaba del reto es que tiene el número trece, mi favorito, por todas partes, así que no me duele mucho despedirlo. Alcancé a contar 4160 páginas antes de aburrirme.


Por último, he estado pensando seriamente en la posibilidad de crear un reto, organizar una maratón o algo por el estilo. La idea es algo que me motive, que sea entretenido y que ojalá tenga un poco de participación, si alguien quisiera sumarse. Honestamente no sé cuándo verá la luz mi pequeño proyecto, porque sigo estancada en la etapa creativa, pero espero volver pronto con noticias. 
23 de julio de 2013

Top Ten Tuesday #15

Este tema lo he estado esperando por bastante tiempo, así que no pensaba saltármelo por nada en el mundo. Eso sí, voy a ser un tanto pesada, así que les recuerdo que ésta es mi opinión y si no les gusta, bueno, mala suerte, pero así es como pienso.


Top Ten de palabras/temas que instantáneamente hacen que quiera huír de un libro

  1. Sexy, atractivo, guapísimo, etc. Típico que lo ponen como imbécil con corazón de oro, cuando en realidad siempre es sólo un imbécil con corazón de imbécil. Además, jamás tomo un libro buscando un súper macho sexy con las medias calugas (véase abdominales), cuando podría leer algo que no me mate las neuronas.
  2. Romance. Ver que algo trata el romance no para sazonar la historia, sino que es toda la historia, me hace querer vomitar.
  3. Si te gustó X, te encantará Y. Las famosas comparaciones, la mayoría de las veces totalmente desubicadas.
  4. Debes leer este libro y expresiones similares. Lo siento, pero a mi nadie me obliga a leer nada.
  5. Juanita tiene 16 años y... De esos en que la trama consiste en conseguir novio, dejar de ser un perdedor y ser el más popular, perder la virginidad y salir de compras. Me da náuseas pensar en ellos.
  6. Deseo, pasión, erótico, etc. No me molesta estar leyendo un libro de terror, por ejemplo, y encontrarme una escena de sexo. Sin embargo, un libro entero basado en dos tipos teniendo relaciones sexuales me parece una estupidez.
  7. Triángulo, cuadrado o dodecaedro amoroso. Me rehúso a creer que la mayoría de las mujeres en este mundo tengan tantos pretendientes que tengan que verse forzadas a decidir.
  8. Anteriormente un fanfic de X. Es, en mi opinión, una regla no escrita de internet que los fanfics jamás se publican. 
  9. El mejor exponente del género de este siglo...y también sexo y profanidades por montones. Me molesta muchísimo que me vendan una cosa y me den otra completamente diferente.
  10. Familias rotas, infelices y padres maltratadores. En la literatura, antes todas las familias eran perfectas y ahora todas son un completo desastre. Tengo muy claro de que existen en el mundo real, pero me niego a creer que no existe gente feliz en ninguna parte.
  11. ¡La nueva novela de J.K. Rowling! Bueno, no sólo ella, pero sí aquellos autores que no tienen pasta para cierto género y cierto público, o que ya me tienen hasta la coronilla. Y sí, dejando de lado Harry Potter, J.K. Rowling llama menos mi atención que un charco de vómito.
  12. ¡Es lo mejor que he leído en mi vida! Me molesta cuando alguien dice eso de un libro, y lee sólo un tipo de libros y no prueba de todo un poco, con la mente bien abierta. 
  13. Avatar del autor. Osea, cuando el autor escribe sobre su sueño frustrado. Algo así como The Duff, donde al ver la foto de la autora sabemos inmediatamente que ella siempre soñó con ser la novia del más popular del colegio.
10 de julio de 2013

More Weird Things Customers Say in Bookshops, de Jen Campbell


Weird Things Customers Say in Bookshops was a Sunday Times bestseller, and could be found displayed on bookshop counters up and down the country. The response to the book from booksellers all over the world has been one of heartfelt agreement: it would appear that customers are saying bizarre things all over the place - from asking for books with photographs of Jesus in them, to hunting for the best horse owner’s manual that has a detailed chapter on unicorns. More Weird Things Customers Say in Bookshops has yet more tales from the antiquarian bookshop where Jen Campbell works, and includes a selection of ‘Weird Things...’ sent in from other booksellers across the world. The book is illustrated by the BAFTA winning Brothers McLeod.



Hace ya un buen tiempo descubrí Weird Things Customers Say in Bookshops, un libro muy breve pero que está dotado de grandes dosis de humor. El mismo día que lo leí me puse a averiguar sobre la autora encontré un segundo libro que sería publicado en uno o dos meses más. La autora lo vendia desde su blog en pre-order, firmado, y la verdad es que no pude resistir las ganas de tenerlo. Se demoró el llegar un poco más de lo que tenía previsto, pero apenas lo tuve en mis manos lo leí inmediatamente.

Básicamente es el mismo concepto del primer libro: puesto que la autora trabaja en una librería anticuaria, el trato con personas es parte de su vida diaria y por supuesto, no todos los clientes se desenvuelven muy bien en lo que respecta a una librería. Las equivocaciones, confusiones, estupideces y hasta patudeces de gente que no comprende el rubro o simplemente no piensa antes de hablar, son totalmente hilarantes, y algunas más desesperantes que otras. Sin embargo, hay un punto que lo diferencia del anterior: tras el reconocimiento que la autora ha adquirido, ha podido hacer numerosos eventos, tanto de presentación de su nuevo libro como de firma del primero, por lo que incluye unas cuantas páginas con las tonterías de varios clientes despistados, que al parecer no lograban entender cómo funcionan las firmas de libros.

En resumen, es una lectura amena y muy divertida, que además de asegurar unas buenas carcajadas, destaca sutilmente la gran labor del librero, que armándose de paciencia y con una gran dedicación por su trabajo, introduce a potenciales lectores en el maravilloso mundo de los libros.

La autora
Escritora y librera, viviendo en Londres. Su primer libro es Weird Things Customers Say in Bookshops, y en abril de 2013 se publicó una secuela, More Weird Things Customers Say in Bookshops. Es además poeta y escritora de historias cortas.
5 de julio de 2013

Great Expectations (2012)


Apenas llevaba unos cuatro meses escribiendo en este blog y unas escuálidas nueve entradas publicadas cuando finalicé con la lectura de Grandes Esperanzas de Charles Dickens y, sin perder tiempo, me preparaba para compartir mi opinión sobre esta increíble historia. Si bien he conocido a Dickens de toda la vida, no fue sino hasta el año pasado cuando me animé a probar suerte con su obra; por lo mismo, le tengo un cariño inmenso a este libro.

Mi primera adaptación fue la miniserie de 2011 y la vi un poco después de terminar la novela. Por el momento me limitaré a decir que la experiencia fue fatal, por lo que saber de esta película supuso un fugaz rayo de esperanza después de semejante decepción. Esperé con toda la paciencia del mundo que llegara a los cines por aquí, pero pese a la confianza que tenía en la fama del director y varios de los actores, eso jamás pasó. La vi hace poco menos de dos semanas, y a pesar de la incomodidad, disfruté mucho de ella y terminé con la sensación de haber aprovechado bien mi tiempo.

Sinopsis
El joven huérfano Pip tiene la oportunidad de superar sus humildes orígenes gracias a un benefactor misterioso. Habiéndose trasladado como caballero a un Londres dominado por las estratificaciones sociales, Pip hará uso de su nueva posición para lograr a la bella Estella, una heredera consentida a quien ama desde la infancia. Sin embargo, la estremecedora verdad oculta tras la gran fortuna desencadenará consecuencias devastadoras para todo cuanto Pip aprecia.

Opinión Personal
Creo que es totalmente imprescindible conectar con los personajes al ver una película, y, cuando se trata de una adaptación, sentir además que evocan las mismas emociones que sus homólogos literarios. Independiente del curso de la historia, era esto precisamente lo que más esperaba de esta en particular, y he de decir que no me ha desilusionado en absoluto. Es probable que no logre destacar y pasar a la historia, pero en mi humilde opinión tiene varios puntos fuertes que permiten disfrutar de esta historia.


La trama se mantiene, en general, bastante fiel a la novela, aunque debido a que cuenta con un tiempo en pantalla bastante más reducido para desenvolverse, el ritmo es bastante rápido y hay algunos sucesos que pueden parecer un poco apresurados. Un gran punto a favor es que repasa algunas ramas y detalles del original que se han dejado fuera por uno u otro motivo en adaptaciones anteriores, como el personaje de Biddy y su influencia en la historia. Gracias a la magnífica elección de actores, logré sentir la misma conexión por los personajes de la película que por los de la novela, sin exagerar cualidades o defectos de alguno de ellos, desde la bondad infinita y desinteresada de Joe hasta el esnobismo de Pip. El único pero en este punto es cierta tendencia a mostrarnos una que se encuentra en constante lucha con aquellas formas con que ha sido criada y que ha adoptado para su vida futura, cuando en la novela no me pareció percibir ni un asomo de duda. Esto también está presente en la miniserie de 2011, e imagino que la razón es simplemente reforzar la parte romántica.

Contando con excelente ambientación y cinematografía, además de un agradable soundtrack, es una adaptación que pese a tener el tiempo contado logra llegar hasta lo más profundo y conmover, y admito que en ciertos momentos mi lado más sensible me impidió contener las lágrimas. Conserva aquel tono melancólico y refleja muy bien la complejidad de una historia que, a pesar de su antigüedad, se mantiene totalmente relevante. Además, debo darle puntos extra por la ambigüedad del final.


Título Original: Great Expectations
Director: Mike Newell
País: Reino Unido
Año: 2012
Guión: David Nicholls
Basado en: Grandes Esperanzas, de Charles Dickens
Reparto: Jeremy Irvine, Holliday Grainger, Ralph Fiennes, Helena Bonham Carter, Jason Flemyng, Robbie Coltraine
2 de julio de 2013

Top Ten Tuesday #14


Una vez más aquí estoy con una nueva entrega de esta sección, y sí, volví a saltarme a una semana, pero el tema no me gustaba y ya me aburrí de pasar horas pensando en otro más agradable que ocupe su lugar. Sin embargo, esta vez sí me ha gustado el tema, puesto que es algo con lo que puedo relacionarme muy bien. Eso sí, hablo sólo de los libros que tengo físicamente y pude recordar, porque si me pusiera a pensar en aquellos que ni siquiera he comprado, no termino nunca.

Top Ten de libros más intimidantes

  1. Los Miserables, de Victor Hugo. La edición que descansa desde hace bastante en mi estantería en realidad es de mi madre, está dividida en tres tomos y en total tiene unas mil cuatrocientas páginas, si mal no recuerdo. El no conocer al autor y su extensión son lo que más me intimida.
  2. 22/11/63, de Stephen King. Regalo de cumpleaños del año pasado. Consta de uno de mis argumentos favoritos, llevado a cabo por uno de mis autores favoritos. El estilo de King me acomoda, lo conozco bien y leerlo es siempre un placer, pero es ridículamente extenso. 
  3. La Caída de los Gigantes, de Ken Follett. Cuento corto, el año pasado llegó a mis manos el primer capítulo de la segunda entrega de The Century, y de inmediato quise buscar el primero de la trilogía. Por el argumento, estoy prácticamente segura que va a gustarme, pero al igual que los anteriores es larguísimo. 
  4. House of Leaves, de Mark Z. Danielewski. Este se lleva el número uno en términos de intimidación. Es larguísimo, con un formato muy peculiar y según he averiguado es imposible leerlo como un libro cualquiera, además que hay que tener nervios de acero para atreverse, por motivos que espero descubrir pronto. 
  5. Middlemarch, de George Eliot. No conozco ni el estilo de la autora ni la temática de la novela, pero es una edición de la colección Penguin English Library, su precio era económico y no pierdo nada con probar. Lo que me intimida aquí es el largo, puesto que es un libro bastante grueso, y el idioma más que nada.
  6. Rayuela, de Julio Cortázar. Nunca he leído al autor en una novela, sólo en historias cortas, y más que el estilo, la historia o lo curioso que pueda ser, me asusta mucho que no vaya a gustarme.
  7. Así habló Zaratustra, de Friedrich Nietzsche. Lo empecé a leer para una clase cuando estaba estudiando en la universidad, y no logré avanzar más allá de las primeras diez páginas, no sé si por el sueño o porque no es lo mío. Sé muy bien lo mala que soy para leer este tipo de libros, y eso es lo que asusta, puesto que no quisiera dejarlo acumulando polvo. 
  8. El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra. Sí, a estas alturas de mi vida aún no conozco esta historia como es debido. Pero no me malentiendan; me he criado con él, y siempre me ha gustado. El problema es que mi preciosa edición de dos volúmenes está en español antiguo, puesto que así es como debía leerlo en el colegio, ya que estaba en el curso especializado humanista. 
  9. Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. Otra novela inmensamente reconocida, disfrutada por muchos. Fue una lectura obligatoria en el colegio, y el estilo del autor y la historia no terminaron de gustarme, por lo que no llegué ni a la mitad; leía una parte que me gustaba, y otra que no, y así fue intercalando hasta que lo dejé. Espero retomarlo en algún momento.
  10. Crimen y Castigo, de Fiódor Dostoyevski. Tengo sabido que es denso y bastante crudo, y me asusta no poder terminarlo. Mi ejemplar, que en realidad es de mi madre, es precioso y ya que a ella le gustó, confío en que yo también disfrutaré de él.
  11. Cumbres Borrascosas, de Emily Brontë. Las razones por las que quise leer esta novela no las recuerdo exactamente, pero creo que no eran del todo lógicas. Es una novela extensa, sí, pero me asusta pensar que es de aquellas que amas u odias, sin un punto medio. Lo único que me consuela es que si la odio, me costó baratísima. 
  12. Historia del Rey Transparente, de Rosa Montero. Otro libro más de mi madre. Es bastante largo, no conozco a la autora y ni siquiera sé de qué se trata, pero me gustaría leerlo también.
 

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