28 de junio de 2013

IMM #5

Como lo prometido es deuda, hoy vengo con los primeros ebooks que he adquirido en Amazon y los últimos, al menos por un largo tiempo. No tengo ninguna clase de e-reader, por lo que utilizo la aplicación de Kindle para Mac, y en general funciona muy bien y es bastante cómoda.


The Inspector George Gently Omnibus, de Alan Hunter. Un día que tenía que salir pillé la serie de televisión que adapta estas novelas, y quedé muy intrigada con la historia. La serie de libros es ridículamente larga y muchos de ellos no son fáciles de conseguir; el primero, Gently Does It, no estaba disponible en Bookdepository y mientras mandaba un correo para que me avisaran cuando lo tuviesen en stock, compré este ebook omnibus con las cuatro primeras novelas, el cual me costó un poco menos de diez dólares.

Gnathostomata, de James Kerley. De alguna manera llegué a este libro, la cual me prometía algo surreal y con temática similar a la de la obra de Philip K. Dick. Me costó casi un dólar, es muy breve y no tardaré en leerlo.

La Pequeña Dorrit, de Charles Dickens. No recuerdo exactamente por qué comencé a interesarme en esta novela en específico, pero llevo bastante tiempo obsesionada con leerla, junto con Nicholas Nickleby. Por aquí está disponible sólo en inglés, pero su masiva extensión no era muy alentadora; al final me rendí y la compré en digital, y a un buen preciocomparado con lo mucho que me costaría si la pidiera por internet.

Winger, de Andrew Smith. Me enamoré de la portada y de la idea de involucrar las ilustraciones en la historia, la pillé por un golpe de suerte en Pulseit y aunque había comenzado a leerla, no la terminé porque no me gusta leer contra el tiempo y porque la incomodidad del sistema era insoportable. Pasó un buen tiempo y después de un contratiempo al querer comprarla en papel, terminé probando suerte en digital.


La hija del veterinario, de Barbara Comyns. Originalmente iba a comprar el segundo libro en la serie de la señorita Buncle, pero ya que aún no había leído el primero, comencé a ver otros títulos de la colección Rara Avis de Alba. En la descripción de esta novela la catalogaban como un cruce inesperado entre Flannery O’Connor y Stephen King, y esa simple frase fue suficiente para que quisiera leerla.

La cabeza del profesor Dowell, de Aleksandr R. Beliáiev. La sinopsis de esta novela es bastante curiosa, y me llamó de inmediato la atención. No sé mucho de ella, por lo que sólo espero que no me decepcione.

El mensaje del muerto, de Florence Marryat. No sé mucho de qué se trata, leí la sinopsis por encima y me dejé llevar por un comentario que recomendaba a la autora. Igual que el anterior, espero que no me decepcione.

Pioneros de la ciencia ficción rusa, Varios. Aunque no conozco a los autores, me gusta muchísimo la ciencia ficción y he leído varios relatos rusos en antologías antes, por lo que confío que este va a gustarme mucho.

27 de junio de 2013

Nuevo diseño

Normalmente no haría este tipo de entradas, pero después de todo el trabajo que me ha tomado darle un nuevo aire a mi pequeño espacio, creo que vale la pena comentar un par de cosas. Primero que todo, y ya que soy olvidadiza y no hice una captura antes del cambio, instalé el diseño antiguo en el blog de pruebas para hacer la comparación.

Antes


Después


El cambio es notable, y al final me decidí por un diseño mucho más sencillo, pero más organizado. Quería hacer un menú desplegable y cambiar algunas fuentes, pero ya lo intenté bastante y no hubo caso; si alguien sabe y es tan amable de ayudarme, se lo agradecería mucho. Aún hay cosas que me faltan por cambiar, pero por el momento y dado mi nulo conocimiento en crear plantillas para Blogger, creo que está muy bien.
24 de junio de 2013

Winger, de Andrew Smith

No recuerdo exactamente cómo, pero de alguna manera llegué a ver la portada de Winger y me atrajo de inmediato. Tal vez sea la por decir lo menos curiosa idea de poner a un chiquillo golpeado lo que llamó mi atención, pero el punto es que se fue directamente a mi lista de deseos.

La oportunidad para degustar esta prometedora novela llegó en la forma de un sitio web llamado Pulseit, el cual básicamente permite leer las novedades de la literatura juvenil en lengua inglesa de forma gratuita, claro que, como no podía ser todo tan maravilloso, con un límite de tiempo. Cinco días era todo el tiempo que se me dio para perderme en las páginas de Winger, y aunque en un principio acepté el reto y avancé un 20% en un par de horas, al día siguiente ya estaba desencantada por las incomodidades del sistema. Al final, y bastante tiempo después, lo compré en formato Kindle, descargué la aplicación correspondiente en mi Mac y disfruté de él, sin obstáculo alguno, y debo decir que me he llevado una gran sorpresa.

Sinopsis
Ryan Dean West es un junior de catorce años en un internado para ricos. Vive en Opportunity Hall, el dormitorio de los problemáticos, y comparte habitación con el mayor matón del equipo de rugby. Y está locamente enamorado de su mejor amiga Annie, quien lo ve como a un niño pequeño.

Con ayuda de su sentido del humor, sus compañeros de rugby y su afición a garabatear comics, Ryan Dean se las arregla para sobrevivir a las complicaciones de la vida e incluso encontrar algo de felicidad en el camino. Pero cuando lo impensable sucede, tiene que averiguar la manera de aferrarse a lo que es importante, incluso cuando siente que todo se ha venido abajo.
Traducción propia.

Opinión Personal
Pine Mountain es un enorme colegio internado para jóvenes ricos y problemáticos, y O-Hall es el dormitorio reservado para los más problemáticos de todos. Entre sus residentes se encuentra Ryan Dean West, dos años más joven que sus amigos del mismo grado, lo que le supone un total complejo, con un sentido del humor muy particular y una mente despierta. La historia nos ubica en su primer día como junior, y seguimos sus andadas a lo largo del año.

El estilo del autor es sencillo y dotado de grandes dosis de humor, con un ritmo ágil que convierte esta novela en una lectura rápida, imposible de soltar. Las ilustraciones, supuestamente garabateadas por el mismo Ryan Dean, están muy logradas y aportan dinamismo a la historia. Partiendo por su particular nombre, es imposible no reírse con la cantidad de estupideces que pasan por la mente de nuestro protagonista, independiente de si las expresa o no verbalmente, y su forma de crear palabras larguísimas para describir situaciones hilarantes.

Aunque Ryan Dean me pareció bastante desinhibido en cuanto a hablar de sexo con Annie cuando dada su edad debería ser un tanto más reservado al respecto, los personajes están bien construidos y aunque a momentos pueden sacar de quicio uno termina encariñándose con ellos. A medida que me acercaba al final, es notorio el cambio en Ryan Dean y cómo comienza a madurar, lo que se ve reflejado incluso en el estilo narrativo.

Dos de las cosas que sé que pueden echar para atrás son el tema del rugby y el idioma. Primero, la charla sobre el rugby no es difícil de comprender ni se muestra de una forma tediosa, si bien este deporte juega un rol importante dentro de la novela, y quiero que consideren que jamás he tenido interés alguno en él. Segundo, el nivel de inglés no es precisamente básico pero si sencillo, por lo que no debería haber problema alguno.


Ahora, debo admitir que lo primero que pensé al saber de la existencia de esta novela fue que seguramente sería una lectura ligera. No puedo negar que en parte lo ha sido, pero hay ciertos puntos en que difiere de la comedia que yo estaba esperando, y comienza a tomar ciertos matices trágicos. Digamos que el narrador no revela la verdadera naturaleza de la historia que está relatando hasta que nos encontramos con el hecho que le da vuelta a la tortilla, y yo por lo menos no pude evitar dejarme llevar por mi lado más sensible. El final es, en mi humilde opinión, totalmente desgarrador, considerando el tipo de lectura que esperaba.

En conclusión, Winger es una novela de lectura ágil pero que trata temas bastante más profundos de lo que pueda aparentar, y que vale totalmente la pena. Se lleva una de mis mejores recomendaciones de este año y se instala, sin lugar a dudas, entre mis lecturas favoritas de la vida.

Sobre el autor
Andrew Smith vive en un lejano lugar de California con su familia y sus caballos...donde escribe cosas. En 2008 publicó su primera novela, Ghost Medicine, a la cual siguió In the Path of Falling Objects en 2009. Winger es su novela más reciente, publicada en 2013.

18 de junio de 2013

IMM #4

No han pasado ni dos meses desde la última entrega, y sin embargo aquí estoy una vez más mostrándoles mis nuevas adquisiciones. En el tiempo que transcurrió llegaron bastantes pedidos de Bookdepository que estaba esperando, gané un poco de dinero para mí, y ha pasado poco menos de una semana desde mi cumpleaños, fecha que siempre es sinónimo de un par de libros nuevos. Primero, la foto de familia:


Me costó bastante acomodarlos para que se vieran bien todos juntos en una sola fotografía, pero al final quedé conforme con esta. Sé que en las entregas anteriores no me di el trabajo de fotografiar los libros por separado, pero decidí que de ahora en adelanté lo haré. Así pues, aquí están todos con más detalle.

Nadie sabe más que los muertos, de Ramón Díaz Eterovic. Tercer libro de la serie del detective Heredia, y una de las novelas que olvidé mostrar en el IMM anterior. Era de mi hermana, pero se fue a mi estantería.

Como agua para chocolate, de Laura Esquivel. En realidad lo compró mi hermana porque lo necesitaba para el colegio, pero como siempre se lo secuestré. Este es el otro libro que olvidé mostrar anteriormente.



Matar a un Ruiseñor, de Harper Lee. Clásico que quiero leer desde hace bastante, pero que nunca me había animado a comprar. Al final un día que andaba en un mall lo vi y me lo llevé a mi casa.

Prueba de Fuego, de James Dashner. El día que terminé el primer libro de la saga, y aprovechando que tenía planes de ir al mall con mi hermana, corrí a buscarlo a la librería.

La Cura Mortal, de James Dashner. Lo admito, no tenía planes de llevarlo inmediatamente, pero paseando en otra librería, el mismo día y en el mismo mall, no pude resistirme.

Middlemarch, de George Eliot. Parte de los cinco nuevos libros que encargué en Bookdepository de la colección Penguin English Library, que terminó de enamorarme después de la primera experiencia. No he leído nada de la autora, pero espero que me guste.

The Mystery of Edwin Drood, de Charles Dickens. ¡Por fin tengo esta novela! Desde que vi la miniserie de la BBC que quiero perderme en sus páginas, y al final me decidí por esta edición. Tengo planes para conseguir, poco a poco, todos los libros del autor de esta colección.

Wives and Daughters, de Elizabeth Gaskell. Dado mi relativamente reciente interés por la autora, decidí comprar todos sus libros que se publicaron en esta edición. He leído muy buenas críticas de esta novela en particular.

Cranford, de Elizabeth Gaskell. Mi actual lectura, y aunque voy bastante lento, me está gustando mucho la historia. La diferencia al leer en su idioma original es realmente notable, aunque es bastante complejo.

Mary Barton, de Elizabeth Gaskell. Es más bien poco lo que he leído acerca de esta novela, pero de todas maneras decidí comprarla para completar la colección.

More Weird Things Customers Say in Bookshops, de Jen Campbell. Después de lo mucho que me gustó el primer libro, me puse a ver el blog de la autora y descubrí que podía encargar éste firmado en pre-order. Es el primer libro firmado de toda mi vida, y aunque se demoró bastante más de lo previso en llegar a mi casa, una vez lo tuve en las manos no resistí las ganas de leerlo inmediatamente. Es muy divertido y lo recomiendo muchísimo.

Only Human, de Gareth Roberts.
Beautiful Chaos, de Gary Russell.
The Silent Stars Go By, de Dan Abnett.

Bien, hay una explicación lógica para esto. La historia se remonta a unos tres años atrás, tiempo en que comencé a detestar a cierto individuo de apellido Moffat y en que me prometí no ver nada suyo jamás en la vida. Ahora, hace unos tres meses más o menos estaba enferma y mientras descansaba en cama me encontré con un cómic en Deviantart del Doctor Whooves y leí todos los capítulos de golpe. No, no soy brony ni nada por el estilo, pero los personajes de fondo de la serie y sus historias por parte de los fanáticos me hacen bastante gracia. Así pues, como la dinámica me gustó, decidí que no perdía nada al darle una oportunidad a Doctor Who; de todas maneras, el Doctor de Moffat no era con el que debía comenzar. Aún no he visto muchos capítulos, pero me encantó y me declaro una fanática total; si a eso le sumamos mi amor por los libros, tenemos como resultado las novelas tie-in de la serie, en una hermosa edición por su quincuagésimo aniversario.

The Monsters Inside, de Stephen Cole. Simplemente busqué en foros la opinión de las novelas de whovians veteranos, y esta fue una de las que se llevó más recomendaciones.

The Coldest War, de Colin Brake. Nadie me recomendó esta, pero es una novela interactiva y ese tipo de libros me han gustado desde pequeña. Tenía material adicional online, pero la página a la que había que acceder ya no está disponible, lo que es una verdadera lástima.

Doctor Who: 100 Scariest Monsters, de Justin Richards. Buscaba las novelas que ya había anotado en mi lista, y entonces lo vi por casualidad. Lo encargué y demoró poco tiempo en llegar; eso sí, mientras destrozaba el paquete, el que opuso bastante resistencia, salió volando y aterrizó en mi cama con la contraportada para arriba, dándome un buen susto. No aporta mucho, pero es interesante.


Anatomía del Miedo, de Jonathan Santlofer. El segundo ¡Por fin! de este IMM. Perdí la cuenta de todo el tiempo que ha transcurrido desde la primera vez que lo vi y que quise llevármelo a casa, hasta ahora, que fue mi regalo de cumpleaños de parte de mi padre. Tuve suerte, porque por casualidad conseguí una edición en tapa dura.

HHhH, de Laurent Binet. El título me llamó la atención de inmediato, pues es por decir lo menos curioso. Lo agregué a mi lista de compras futuras, y olvidé su existencia por un tiempo, hasta que mi madre me lo regaló para mi cumpleaños.

Notas de América, de Charles Dickens. Compré este libro el domingo recién pasado en una salida al mall por el día del padre. No tenía planeado comprar este en específico, pero al verlo solo en un rincón, no pude evitar fijarme en él. Es una edición en tapa dura muy bonita, y ya que cada vez voy leyendo más del autor, no podía dejarlo pasar. Fue mi auto-regalo de cumpleaños de este año.



 Tenía pensado incluir además mis primeras compras digitales en Amazon, pero dada la cantidad de libros de esta entrega, tal vez lo deje para la próxima semana, ya que son pocos. Espero que les guste el nuevo formato de mis In My Mailbox, porque la verdad desde que pillé por casualidad un tutorial para hacer un económico estudio fotográfico casero, me he entretenido mucho tomando fotografías.

Top Ten Tuesday #13

Terminé saltándome dos entregas de esta sección principalmente por dos motivos: uno, estuve ocupando el computador de escritorio de la familia por un problema con el cargador de mi Mac, y segundo, los temas de las semanas que dejé pasar me parecían terriblemente aburridos. Así pues, no me compliqué la existencia, y hoy vuelvo con un tema que sí me atrae.

Top Ten de libros que encabezan mi lista de próximas lecturas para este invierno


Una vez más, he cambiado la estación por aquella a la que entraremos pronto en este lado del mundo, y que es lejos mi favorita. Con este clima frío, arropada en mi cama o en el sillón, y con una infaltable taza de té a mi lado, siento aún más ganas de perderme en una buena novela.

  1. Los Huesos del Invierno, de Daniel Woodrell. Vi el trailer de su adaptación en el cine y me pareció interesante, pero olvidé su existencia hasta que vi que Editorial Alba había traducido la novela. El autor se refiere a su obra como country noir y eso es más que suficiente para que quiera leer este libro.
  2. Cranford, de Elizabeth Gaskell. Es una de mis actuales lecturas, y debido a que estoy leyéndolo en inglés, voy a paso de tortuga. Hasta ahora me está gustando mucho, y es realmente notable la diferencia al leer en su idioma original.
  3. La Pequeña Dorrit, de Charles Dickens. No resistí mucho más y terminé comprándolo en formato digital. Es bastante largo, pero he tenido una buena experiencia con el señor Dickens, así que creo que me gustará.
  4. La Hija del Veterinario, de Barbara Comyns. Otro que no pude resistir comprar en digital. Hace ya un tiempo que vengo mirando la colección Rara Avis de Editorial Alba, y cuando me encuentro que uno de los comentarios de la sinopsis lo cataloga como un cruce inesperado entre Flannery O’Connor y Stephen King, supe que tenía que leerlo.
  5. Anatomía del Miedo, de Jonathan Santlofer. ¡Por fin lo tengo en mi estantería! Después de tanto tiempo queriéndolo, no tardará mucho en caer.
  6. Colorado Kid, de Stephen King. Existen varias razones por las que muero por leer esta novela, pero por el momento voy a reservármelas. Es muy breve, por lo que espero hacerlo pronto.
  7. Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea, de Annabel Pitcher. No sé a ciencia cierta de qué se trata, pero después de que se me ha aparecido hasta en la sopa y que el título es bastante inusual, decidí darle una oportunidad. Ya veremos qué me parece.
  8. El Libro de la señorita Buncle, de D.E. Stevenson. Totalmente culpa de Jane, y ya que es bastante cortito, será de mis próximas lecturas. Tengo unas expectativas estratosféricas, así que espero no decepcionarme.
  9. Retorno a Brideshead y Un puñado de polvo, de Evelyn Waugh. La razón de mi interés por este autor es bastante surreal, y también me la reservaré por el momento. Sólo comentaré que doy gracias a saber leer símbolos fonéticos, porque de esta manera puedo pronunciar su difícil apellido como corresponde.
  10. La Solución Final, de Michael Chabon. Me intriga mucho y es breve, así que dentro de poco disfrutaré de él. Después de hojearlo hace unos cuantos días, recién me entero que tiene ilustraciones.  
17 de junio de 2013

El Libro sin Nombre, Anónimo

Me gusta mucho recorrer librerías, incluso cuando no tengo dinero para volver a casa con un libro nuevo. En muchas de mis visitas a ellas he vuelto con un libro de mi lista para comprar o que ya tenía en mente hace un tiempo. En otras ocasiones, he conocido y comprado libros en el momento, y sinceramente hasta ahora no me he equivocado nunca.

El Libro sin Nombre fue de este tipo. Soy curiosa por naturaleza, el título me llamó la atención inmediatamente y cuando, al tomarlo y ver la contraportada me encuentro con una advertencia para que no lo lea, supe que tenía que llevármelo.

Por motivos que sinceramente no recuerdo, comencé la lectura apenas llegó a mi estantería hace un par de años, pero lo dejé abandonado después de unos cuantos capítulos. Revisando mis libros en busca de una nueva lectura, lo saqué de su lugar para verlo un momento, y al final me quedé leyéndolo.

Sinopsis
Querido lector,
Durante siglos una librería perdida en el mundo ha escondido un secreto. En sus estantes hay un misterioso libro sin nombre ni autor. Quien lo lee… acaba muerto. ¡Sólo las almas puras pueden ver las páginas de este libro! 
Ahora es tu turno. Cada página que pases, cada capítulo que leas, te acercará al final. Vendrá la oscuridad, y con ella grandes males. Pero tranquilo, no estás solo. La amnésica y sexy Jessica, el boxeador Rodeo Rex, el criminal Santino, dos monjes karatekas, un asesino vestido de Elvis Presley, dos policías despistados y muchos delincuentes te acompañarán por las violentas calles de Santa Mondega. Pronto, un eclipse solar sumirá a la ciudad en la oscuridad más absoluta… Dicen que Bourbon Kid ha vuelto y que busca una misteriosa piedra. 

Opinión Personal
En general, cuando me hago a la idea de leer una novela en inglés que me parece complicada, suelo tomar otro libro en español, algo más ligero, para compensar un poco cuando una lectura comienza a hacerse cuesta arriba. Apenas comencé con Cranford, de Elizabeth Gaskell, me puse a buscar a su compañero; apenas sostuve éste en mis manos y me senté a echarle un vistazo, recordé lo mucho que seguía intrigándome todo el asunto. Así, sin planearlo, comencé su lectura.

Nuestra historia se desarrolla en Santa Mondega, una ciudad perdida de Estados Unidos con un aire del Viejo Oeste, un lugar donde el crimen es pan de cada día y que ni los mismísimos Vengadores se molestarían en defender. Entre los asesinos más crueles y sanguinarios, sólo uno ha llegado al punto de convertirse en una verdadera leyenda: Bourbon Kid, un misterioso pistolero responsable de numerosas masacres y que según los rumores es invencible. En el marco del inminente eclipse total de sol, una serie de brutales asesinatos que parecen haber salido de una pesadilla, y la busqueda de una valiosa piedra azul con un poder extraordinario, nos encontramos con una serie de personajes muy diferentes y estrambóticos, en este ambiente de violencia e inmoralidad absoluta.

El estilo narrativo del autor es sencillo y directo, por lo que no es difícil de seguir, tiene un ritmo ágil y mantiene al lector interesado todo el tiempo. La intriga y la acción predominan en la historia que mezcla perfectamente el misterio con lo sobrenatural, con escenas e intercambios muy similares al estilo de Quentin Tarantino. Los únicos fallos que le encontré fue que hay algunas partes repetitivas, aunque por suerte son las menos; cierta escena gratuita en el peor momento posible, al punto de ser totalmente ridícula; y la relativamente poca participación directa del mítico asesino del bourbon. Hay un par de cosas que no me quedaron muy claras, pero existen tres novelas más que completan la saga y que, espero, resuelva mis dudas. Sin embargo, como un todo la novela es estupenda: rápida, entretenida, grotesca hasta decir basta y un pinchazo de adrenalina.

Respecto al autor, he aquí otro enigma sin resolver: se dice que ni siquiera los de la editorial que recibe los manuscritos originales conocen su identidad. La novela se anuncia como una mezcla de El Código Da Vinci, Quentin Tarantino y Stephen King, aunque claro, la mayoría de las sospechas caen en el famoso director de cine. No voy a negar que se parece bastante a su estilo, pero no pongo las manos al fuego por esa opción; espero simplemente que algún día el susodicho se digne a decirnos quién rayos es. 
4 de junio de 2013

La Ciudad está Triste, de Ramón Díaz Eterovic

Mi hermana, que no disfruta de los libros tanto como yo, tuvo que leer para el colegio Nadie sabe más que los muertos. Como siempre sucede cuando una novela le gusta, estuvo hablándome de ella todo lo que pudo y logró captar mi atención; el detalle que se le pasó fue que era el tercer libro de una serie. No teníamos el primero, y aunque creo podrían leerse independientemente, prefiero comenzar por el principio.

La Ciudad está Triste, la primera novela protagonizada por el detective privado Heredia, es bastante difícil de encontrar. Recorrí varias librerías preguntando por él, y en una me llevaron a una estantería junto a unas escaleras y me amontonaron unos cuantos libros, los únicos que tenían del autor. Ahí aproveché de comprar un par, porque parece que no será fácil conseguir esta serie.

Sin embargo, todo el esfuerzo valió la pena, puesto que es una novela excelente, que se lee en un suspiro y que me dejó con muchas ganas de seguir con sus continuaciones.

Sinopsis
Este detective privado, marginal y solitario, que como únicos bienes tiene un gato llamado Simenon, algunos libros, botellas siempre en camino de la nada, sus recuerdos, programas hípicos y uno que otro amigo que lo acompaña en sus andanzas, es duro y sentimental. Alguien que nunca se adaptará a los tiempos posmodernos en boga. En La ciudad está triste Heredia va desenrrolando una complicada madeja, metiéndose en el centro de la violencia y arrogancia de la dictadura.

Opinión Personal
Nuestra historia comienza con Heredia, un detective privdo que no ha tenido un caso en un buen tiempo y con suficientes deudas que pagar. La llegada de una joven y un misterio que resolver cambian su rutina, y aunque en un principio todo puede parecer común, una vez inician las investigaciones y a medida que Heredia se involucra más en el asunto, entra a terrenos muchos más pantanosos. La ambientación es muy buena, y refleja perfectamente una época difícil: Chile en los tiempos de la dictadura, donde la represión y la corrupción están a la orden del día.

En medio de las intrigas políticas nos encontramos con unos personajes muy reales, bien construidos y con una infaltable cuota de humor. Dentro del sentimentalismo de Heredia, que lo lleva a reflexionar sobre la soledad, la tristeza y la miseria general en una sociedad dañada, es un tipo duro, con unos valores bien particulares y la ironía a flor de piel.

Si he sido tan breve con la reseña, es sencillamente porque la novela no llega a las ochenta páginas, y me da la sensación de que cada cosa que diga puede arruinar su lectura. No obstante, quiero dejar muy claro que la trama se desarrolla muy bien y es un libro excelente.

Sobre el autor
Escritor chileno, Ramón Díaz Eterovic ha publicado tanto poema como narrativa, destacando, sobre todo, su obra dedicada al género negro, siendo finalista de premios como el Planeta de Argentina, el Hammet o el Dos Orillas.


 

Blog Template by BloggerCandy.com